jueves, 23 de febrero de 2012

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE CROSS POR CLUBS

Crónica de Rodrigo Peral, delegado y entrenador del equipo júnior.

El sábado a las 08.20 partíamos hacia Oropesa del Mar. Compartíamos desplazamiento en autobus con el resto de clubs de la provincia que tendrían representación en este campeonato, La Laguna de Pozuelo, Proacir de C.Real, Fuente el Fresno y Criptana (Valdepeñas lo haría por su cuenta).

En nuestra expedición había muchas ganas de pasarlo bien y disfrutar de la experiencia, el simple hecho de participar en este Campeonato de España ya era todo un logro. Pero no menos ganas teníamos de hacer un buen papel, y aquí ya surgían más dudas, con tres de los cuatro atletas lesionados. El único "sano" era Alfonso Navarro. Ismael Martín de la Sierra, con problemas en un tobillo, y Ángel Ramón Abaldea, con periostitis, solo habían podido correr tres días en las últimas dos semanas. Ángel, además, corría el riesgo de llegar fuera de control en la carrera. Por su parte, el que había sido nuestro lider, Rodrigo González de Murillo, tenía serios problemas en un pie, habiendo dedicado las dos últimas semanas a reposar y tratarse en el fisio, sin poder correr ni un solo día.

Pasadas las 15.00 llegábamos al complejo de Marina d´Or, lugar de celebración del evento. Lo primero fue buscar un lugar para comer, se nos había hecho muy tarde. En la comida tengo que frenar el impulso de los chicos por los alimentos poco sanos, recalcándoles la importancia de llenar los depósitos de hidratos para el esfuerzo que les esperaba al día siguiente. Entre los muchos atletas que había en el comedor, tenemos en la mesa de al lado a varios componentes del Bikila, actual Campeón de Europa.
Para bajar la comida damos un largo paseo, en el que aprovechamos para inspeccionar el circuito junto a los amigos de Fuente el Fresno. El marco era bonito, al lado del mar, pero el recorrido era más duro de lo que cabía esperar, terreno de hierba inestable, con alguna zona de arena de la playa, muchas curvas y varias subidas y bajadas muy pronunciadas. Pensando en minimizar riesgos, solo Alfonso usará zapatillas de clavos en la carrera.
Disfrutamos de una pequeña actuación de carnaval, coincidiendo con algún otro atleta de élite, y descansamos un rato tomando un café.
Después, nos dirigimos nuevamente a la zona de salida, donde hay multitud de atletas realizando sus entrenamientos previos de activación para la competición. En vistas de nuestro panorama de lesiones, decidimos movernos poco, probamos alguna salida y poco más. Luego recogemos los dorsales y nos marchamos hacia Castellón, donde tenemos el hotel.
Tras relajarnos un rato y ducharnos, salimos a cenar y damos una pequeña vuelta por la ciudad.
En contra de lo que podría esperarse, los chicos prefieren no salir de marcha y regresamos al hotel, donde llevamos a cabo la reunión técnica. Durante más de media hora, el "cachondeo" deja paso a la seriedad y concentración, les doy instrucciones, consejos, ánimos e intercambiamos impresiones con vistas a hacerlo lo mejor posible.
Ya el domingo, el despertador suena temprano, a las 07.15. En el desayuno también coincidimos con otros clubs y se empieza a notar la tensión. Abandonamos el hotel y nos dirigimos hacia el circuito, con paso por Benicassim para recoger al equipo sénior de Fuente el Fresno. A las 9 ya estábamos allí para ver las primeras pruebas y revisar por última vez alguna zona del recorrido. Los nuestros corrían a las 11.55, teniendo que pasar por cámara de llamadas entre las 11.30 y 11.45. A las 10 llega la familia de Alfonso, tras un largo viaje que habían iniciado en Daimiel a las cinco de la mañana. Su apoyo nos vendrá bien y es de agradecer.

A las 10.45 siguen acumulándose los nervios y comienza el ritual de cremas, vendajes... Alfonso es el primero en comenzar a trotar, asi lo habíamos acordado, pero lo hace unos minutos antes de lo fijado, me dice que no puede aguantar la tensión. Los otros tres esperan un rato para no forzar sus problemas, se ponen en marcha y enseguida veo aparecer a Rodrigo cabizbajo, comenta que le duele mucho el pie y no sabe lo que aguantará, se sienta y espera con preocupación hasta que regresan todos y se preparan para ir a cámara de llamadas. Los compañeros animan a Rodri con gestos de cariño, si la principal preocupación para que el equipo puntuara era que Ángel llegase fuera de control, ahora lo eclipsa la lesión de Rodri.

Nos dirigimos a cámara de llamadas, la pasan, me entregan las licencias, DNIs y cortavientos, se colocan en el cajón de salida que les habían asignado, realizan los últimos ejercicios de calentamiento y soportan los momentos de máxima tensión, están con los mejores atletas y equipos del país y nuestras circunstancias no son halagüeñas. Tengo que decir que el primero que estoy nervioso soy yo, veo el panorama muy negro.
Tras los duros momentos de espera, se da el pistoletazo de salida.
Rapidamente me dirigo al lugar elegido para animarles, cuando pasasen ya llevarían unos 2 km de los 7,5 km a recorrer (3 vueltas). Aparece el grupo de cabeza, pongo el crono en marcha para tomar referencias e informar a Ángel de como va para evitar el fuera de control. El primero de los nuestros es Alfonso, le veo sufriendo. Muy cerca viene Rodri, parece que va bien, es una primera alegría. También cerca aparece Ismael, y no muy lejos lo hace Ángel, no le sacan mucho tiempo, de momento no corre peligro. La vuelta inicial va mejor de lo previsto, pero queda mucho.
Me muevo hacia otro punto donde ya llevan más de 4 km, la cosa sigue similar, empiezo a hacerme ilusiones de que los cuatro puedan acabar, no paro de animarles y decirles que todo va bien. Vuelvo a verlos cerca del km 5,5, aqui ya se nota que Rodrigo e Ismael van sufriendo mucho, empiezan a acusar la falta de entrenamiento y van siendo superados por otros atletas. Ángel me sigue dando confianza, parece que no va a menos, ha sabido imponer y mantener un ritmo idóneo. Nada más pasar él me dirijo cerca de la línea de meta, pongo por última vez el crono en marcha cuando llega el primer clasificado.
La espera para ver a Alfonso se hace tensa, pero al final aparece, se nota que ha aumentado la diferencia con respecto a Rodri, al que veo unos 50" más tarde, mismo tiempo que tarda en llegar Ismael, al que no le quedan nada de fuerzas y se ve superado por un par de atletas en el sprint. Ahora parece que el reloj corre muy rápido, quedan sobre 2´30" para que cierren el control y empiezo a tener miedo de que Ángel se quede fuera, no aguanto en el sitio y me tengo que mover a buscarlo en un punto anterior, no le veo y pienso que no va a llegar, regreso a mi sitio con una pequeña esperanza de que haya pasado mientras me movía, afortunadamente es así, justo en ese momento aparece, ¡que subidón! quedan poco más de 100 m y le grito que tiene 1´05" para cruzar la meta, al final le sobran 40", el primer objetivo está cumplido, los cuatro llegan a meta y podremos puntuar como equipo.
Me dan ganas de ir a buscar a los chicos y ver que todos están bien, pero al tener que dar muchas vueltas y poder cruzarnos sin vernos, decido esperarles en el lugar acordado junto con la familia de Alfonso. Él es el primero en regresar, viene descalzo y agotado, le felicito y le pregunto si el resto están bien, me quedo tranquilo sabiendo que ninguno ha necesitado asistencia médica. El siguiente es Ángel, viene cojo pero exultante, me da un fuerte abrazo y comenta que ha sufrido como nunca pero a la vez ha disfrutado mucho. Luego llega un enfadado Ismael, no está acostumbrado a verse superado por tantos atletas y su lesión le ha limitado, después todos le animaríamos y se daría cuenta de lo conseguido. Por su parte, Rodri llega el último, apenas puede andar.
Los móviles comienzan a funcionar y nos comunicamos con familiares y amigos, algunos nos dicen que hemos salido por Teledeporte, y más tarde nos informan de los resultados que se cuelgan en internet. Hemos quedado en el puesto 30º por equipos. A nivel individual, Alfonso es 103º, Rodri 127º, Ismael 146º y Ángel 175º. Estamos muy satisfechos, con la única pena de pensar que llegando en condiciones idóneas habríamos mejorado bastantes puestos, pero no podemos pedir más.

Disfrutamos de las pruebas absolutas con los atletas de élite y les animamos tanto a ellos como a los conocidos de los clubs de la provincia y la región. Cuando acaban nos vamos a comer, el ambiente es fenomenal, el humor del sábado, que se había apagado con los nervios de la competición, regresa con fuerza al estar relajados y con el deber cumplido. Al acabar, nos dirigimos hacia el autobus, esperamos a los clubs que faltaban y a las 17.00 emprendemos el viaje de vuelta. Estamos cansados, pero los chicos no paran, la alegría supera al agotamiento. Los amigos de La Laguna y el conductor también colaboran para que el viaje se haga muy ameno, hasta que llegamos a Daimiel pasadas las 22.30. Como colofón, todo el autobus nos despide con un aplauso en reconocimiento del esfuerzo.
El fin de semana vivido dificilmente lo olvidaremos, lo pasamos muy bien, disfrutamos de la experiencia y dejamos en muy buen lugar el nombre del Club Saturno. Personalmente, también me quedo con algunos detalles de compañerismo que mostraron los chicos, esa cohesión del grupo fue clave para que todo saliera bien.

2 comentarios:

Rodri dijo...

Genial la crónica! Se nota que tu también viviste la experiencia en primera persona! jeje
La verdad es que si, a sido una gran experiencia vivida que tenemos suerte de ser un grupo de amigos que nos conocemos bien y tardaremos mucho tiempo en olvidar ese fin de semana!

alfonso dijo...

sapó Rodrii te lo has currado un montón, es una crónica que emociona y a la vez crea un nudo en el estomago como si de una pelicula de intriga se tratase, pero enhorabuena por la crónica y enhorabuena a vosotros chicos :))